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COMPLEJO RESPIRATORIO BOVINO, CONOCERLO MEJOR NOS PERMITE RESPIRAR TRANQUILOS.

Ganadería

enero 10, 2025

COMPLEJO RESPIRATORIO BOVINO, CONOCERLO MEJOR NOS PERMITE RESPIRAR TRANQUILOS.

MVZ. EPA. RUBÉN DARIO SERNA MONTERO Gerente técnico de ganadería.

INTRODUCCIÓN

Uno de los problemas más importantes, causantes de pérdidas económicas para la producción bovina en México y el mundo, son las enfermedades respiratorias. La temporada de invierno recrudece esta situación en los sistemas intensivos de engorda, así como en la crianza de becerras en establos lecheros, donde sumando factores como los cambios de temperatura, el estrés ocasionado por manejo a otros eventos y situaciones comunes en este tipo de explotaciones, predisponen a los animales a caer ante lo que conocemos como el complejo respiratorio bovino o CRB.

El Complejo Respiratorio Bovino (CRB) es una enfermedad multifactorial que afecta a los bovinos en todo el mundo, causando importantes pérdidas económicas y productivas en la ganadería. En México, el CRB es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en bovinos, generando, en términos económicos, un perjuicio que se puede prevenir y controlar a tiempo, si tomamos acciones preventivas y resolutivas en el momento y con las opciones adecuadas.

Las enfermedades respiratorias son la principal causa de muerte de becerros en el mundo y causan grandes pérdidas económicas en la industria ganadera. Los becerros se enfrentan a su primer desafío con problemas respiratorios a partir de las dos semanas de edad. 

 

Los bovinos son particularmente susceptibles a desarrollar enfermedades respiratorias, debido a que esta especie tiene una menor capacidad anatómica funcional.

  • Nariz pequeña: limita flujo de aire, mayor esfuerzo, especialmente en estrés.
  • Laringe pequeña: se reseca e irrita por respiración rápida. Facilita colonización bacteriana.
  • Pulmones pequeños: superficie total para difusión del oxígeno insuficiente para una adecuada reserva ventilatoria.
  • Anatomía del tracto respiratorio: Su forma y posición dificultan la expectoración cuando se produce moco en exceso.

 

Las enfermedades respiratorias son más frecuentes y más severas en los bovinos jóvenes, pues la madurez funcional del sistema respiratorio se logra hasta los 12 meses de edad. Las razas especializadas en producción de carne y particularmente las de doble músculo tienen una debilidad funcional aún mayor que otras razas. Las razas lecheras tienen naturalmente una mejor condición respiratoria que las razas de carne y están en menor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias; sin embargo, cuando las becerras son expuestas a desafíos extremos, los microorganismos oportunistas causan bronconeumonías graves; particularmente cuando las becerras enferman de diarrea y pierden grandes cantidades de inmunoglobulinas.

Las enfermedades respiratorias son consecuencia de la combinación de varios factores como la susceptibilidad del animal, el medio ambiente, el estrés y la presencia de microorganismos patógenos.

Es importante familiarizarse con esta enfermedad, para poder reconocer a tiempo las situaciones predisponentes, los signos clínicos que la caracterizan, así como las herramientas con que contamos para prevenirla y curarla, lo que nos ayudará a evitar pérdidas en la producción.

¿QUÉ OCASIONA EL CRB?

El complejo respiratorio bovino es una condición multifactorial en la cual actúan en forma sinérgica bacterias y virus, el estado inmunológico de los animales y las condiciones del medio ambiente.

Los agentes infecciosos más comúnmente diagnosticados son:

  • Agentes virales
    • Virus de la diarrea viral bovina (DVB).
    • Virus de la rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR).
    • Virus respiratorio sincitial bovino (VRSB).
    • Virus parainfluenza bovino tipo 3 (PI3).

 

  • Agentes bacterianos
    • Mannheimia haemolytica.
    • Pasteurella multocida.
    • Histophilus somni.
    • Mycoplasma bovis.

¿CÓMO ES EL PROCESO QUE DESENCADENA EL CRB?

Estos agentes virales se replican en tráquea y bronquios, alterando los mecanismos de defensa pulmonares; esto predispone a la colonización de bacterias oportunistas, lo que provoca infecciones secundarias. Una vez en pulmón, estas bacterias generan necrosis, edema y hemorragia, agravando el cuadro infeccioso; todo esto deriva en un cuadro clínico mucho más severo que puede llevar a la muerte al animal en 24 a 48 horas o, por otro lado, tornarse crónico y llevar al animal a un proceso largo y desgastante que, de no atenderse adecuadamente, igual puede terminar en la muerte.

Mycoplasma bovis es otra bacteria involucrada en casos de CRB; esta en general causa infecciones de tipo crónicas y, además de la infección respiratoria, puede presentar cuadros de poliartritis tenosinovitis y otitis con parálisis facial. Estos cuadros pueden aparecer de manera individual o asociados a la infección respiratoria.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico del CRB se lleva a cabo generalmente mediante inspección clínica de los animales, la temperatura es uno de los principales indicadores cuando algo no anda bien con el ganado. La inspección debe hacerse diariamente y el personal encargado debe estar bien capacitado para poder identificar los casos sospechosos de CRB en los primeros momentos y poder aplicar tratamientos con una mayor probabilidad de éxito.

Los signos iniciales en cuadros de CRB pueden ser inespecíficos o pasar desapercibidos y es posible que un becerro pase mucho tiempo enfermo antes de desarrollar tos o presentar moco; por esto y para identificar los signos respiratorios oportunamente, es importante establecer un protocolo para evaluar a los becerros desde la cabeza hasta la cola. El objetivo es identificar a los animales enfermos antes que se desarrollen la tos y otros signos más severos; por lo que debemos estar atentos y poner especial atención a animales que notemos lentos para levantarse, que al levantarse lo hacen con el lomo torcido o no ponen peso en una de las patas, se paran y se echan con la cabeza y nuca extendidas, tienen la cabeza torcida, una o las dos orejas caídas, presentan descarga nasal de color, tos espontánea o presentan un pelaje áspero.

Si bien, por las condiciones y ritmo en campo puede parecer menos práctico, es conveniente recurrir a los métodos complementarios como estudios de laboratorio (bacteriológicos, virológicos e histopatológicos), que pueden darnos mayor precisión sobre el caso y nos permiten descartar padecimientos similares. Otra ventaja de usar pruebas como aislamientos o pruebas de sensibilidad bacterianos, es que nos ayudarán a determinar la efectividad que están teniendo los antibióticos que estamos aplicando.

En los tratamientos contra CRB el tiempo es clave, por esto es importante siempre tratar lo antes posible una vez determinado el caso mediante estudios u observación semiológica, ya que los cuadros pueden avanzar rápidamente. Para estos tratamientos es esencial contar con antibióticos y antiinflamatorios adecuados y de respuesta rápida y eficaz.

 

DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD

Grado 1: Enfermedad subclínica. El sistema inmune del animal controla con éxito los patógenos y no hay una reacción inflamatoria significativa ni otros signos que indiquen una disfunción pulmonar obvia.

Grado 2: Enfermedad clínica compensatoria.

El daño causado por los microorganismos provoca que el animal reaccione con una reacción inflamatoria, activando los mecanismos para limitar el daño funcional en el pulmón. La hipoxemia estimula los centros respiratorios para incrementar la ventilación pulmonar, mientras la presencia de micro partículas en el tracto respiratorio estimula los mecanismos de limpieza del epitelio mucociliar. En este grado la reacción inflamatoria y las adaptaciones funcionales son benéficas y generalmente no requieren tratamiento.

Grado 3: Enfermedad clínica no compensable. Hay un desequilibrio entre la enfermedad y la fisiología del animal, generando una reacción inflamatoria muy violenta. Las reacciones del cuerpo agravan cada vez más el déficit funcional de acuerdo con un principio de retroalimentación positiva. La hipoxia tisular incrementa el metabolismo anaeróbico. Se presenta acidosis metabólica y se agrava la acidosis respiratoria por la hipercapnia. La disfunción de los centros respiratorios da como resultado un despeje inadecuado de los epitelios mucociliares. El movimiento de células sanguíneas hacia los pulmones, ocasiona la concentración de cantidades excesivas de mediadores de la inflamación, enzimas proteolíticas y radicales libres. Las bacterias participan de manera importante en el desarrollo de lesiones pulmonares que afectan la función respiratoria. Algunas como la Mannheimia liberan endotoxinas que cruzan la pared alveolar y activan los diversos mediadores de la inflamación, estimulando la presencia de neutrófilos. Al aumentar el nivel de infección en los alvéolos se provoca mayor afluencia de macrófagos, linfocitos y leucocitos. La leucotoxina bacteriana provoca la muerte de los leucocitos y cuando el neutrófilo muere se liberan más enzimas neutrofílicas y mediadores de la inflamación, radicales libres y enzimas proteolíticas que dañan severamente al tejido pulmonar. Se producen exudados ricos en plasma proteico y fibrina que llegan por gravedad a ocupar los alvéolos y el parénquima pulmonar, lo que reduce el intercambio de gases. El animal aumenta el esfuerzo respiratorio pero la disfunción pulmonar impide la ventilación alveolar, la difusión de oxígeno del alveolo a los capilares, así como el paso de CO 2 de los capilares hacia los alvéolos y por lo tanto hay hipoxia. El estrés inflamatorio es el resultado de un desequilibrio entre los mediadores pro inflamatorios y los antiinflamatorios. El daño que causa la excesiva reacción inflamatoria es superior al daño ocasionado por los microorganismos.

 

Grado 4: Enfermedad clínica irreversible. Las lesiones pulmonares comprometen el nivel de desempeño productivo del animal e inclusive su supervivencia. La trombosis de arterias, venas y vasos linfáticos en el parénquima produce destrucción de células y una consolidación del tejido pulmonar que se denomina hepatización. Cuando la infección se hace crónica, la hipoxia y la trombosis provocan una necrosis isquémica. La fibrosis aísla y rodea el tejido dañado provocando abscesos. Daños mecánicos al pulmón irreversibles resultando en la muerte del animal o la improductividad de supervivientes.

Todo esto lo podemos esquematizar de manera práctica y didáctica, para poder identificar la semiología y tener una aproximación sobre pronóstico de los animales:

TRATAMIENTO

En términos de tiempo podemos decir que la bronquitis primaria tiene una duración de un día; evolucionando a neumonía exudativa en los próximos tres días y pasando a Neumonía supurativa en los tres días siguientes. Por lo tanto, es importante definir un tratamiento de primera elección, fácil de administrar y que aplicado oportunamente nos ayude a resolver la mayoría de los casos clínicos. Debe ser aplicado a la brevedad posible, en cantidades suficientes y por el tiempo adecuado.

Antibióticos bactericidas como las penicilinas son recomendables solo en la etapa temprana de la enfermedad. Cuando se administran en etapas avanzadas pueden contribuir a agravar el cuadro, debido a que atacan la pared celular provocan la destrucción de las bacterias y en consecuencia la liberación de endotoxinas.

Antibióticos bacteriostáticos como las sulfas y la oxitetraciclina o los bactericidas como la enrofloxacina y el florfenicol están indicados cuando la infección bacteriana ya está bien establecida.

Los macrólidos como tulatromicina o tilmicosina tienen un amplio espectro antimicrobiano, son activos contra Micoplasmas, su efecto es de larga acción y suelen utilizarse para tratamientos metafilácticos.

La marbofloxacina es un antibiótico de amplio espectro, bactericida, concentración dependiente y que ataca los elementos internos de las bacterias (material genético) pero no descompone la pared. Esto evita la salida de las endotoxinas y reduce significativamente el riesgo de muerte por choque toxico sistémico.

El florfenicol es activo contra un amplio rango de bacterias Gram negativas y Gram positivas. Es altamente eficaz contra las bacterias involucradas en las enfermedades respiratorias de los bovinos (M. haemolytica, P. multocida, H. somni y Mycoplasma bovis).

La tulatromicina es un antibiótico macrólido semi-sintético, que actúa uniéndose al ARN ribosomal de las bacterias, inhibiendo la síntesis de proteínas esenciales y deteniendo su crecimiento y multiplicación. Es especialmente eficaz en el tratamiento de infecciones respiratorias debido a su rápida absorción y prolongada duración en el tejido pulmonar.

En todos los casos, son preferibles las opciones de larga acción pues requerirán menos aplicaciones, facilitan el trabajo y colaboran a minimizar el estrés por manejo. Vale la pena tener en cuenta que, los betalactámicos (penicilina, amoxicilina) y las cefalosporinas (ceftiofur) no son eficaces contra micoplasmas pues actúan en la pared bacteriana, estructura de la cual carecen estas bacterias; en estos casos podemos optar por alguna las otras opciones antes sugeridas.

Otro punto importante es mantener el tratamiento por un tiempo adecuado para eliminar completamente las bacterias de los pulmones; en el entendido de que un caso agudo responderá y lo atenderemos de distinta manera que un caso crónico. Los tratamientos pueden llevar desde 5 a 6 dias o hasta 14 o más dias en donde se involucre una micoplasmosis.

Durante su estancia en la enfermería, se debe revisar frecuentemente el estado de los animales para evaluar su evolución clínica, dando el alta cuando cesan los signos clínicos y empieza a registrarse una recuperación en su estado general. Dar seguimiento a los datos de la evolución del peso y condición corporal de los animales afectados nos ayudará a decidir si amerita el alta, si requiere continuar el tratamiento, modificarlo o definitivamente considerar enviarlo a sacrificio.

Tan importante como la elección de un buen antibiótico es la selección de un antiinflamatorio que apoye al estado de bienestar de los animales durante el tratamiento, ya que la regulación de la reacción inflamatoria y corrección de los trastornos mecánicos es la parte más importante del tratamiento si consideramos que en los casos de bronconeumonía, la excesiva reacción inflamatoria es responsable de la mayor parte de los daños causados al sistema respiratorio. Controlar el estrés inflamatorio reduce la severidad del cuadro clínico y favorece el intercambio de gases en becerros neumónicos. Ayuda a evitar los daños irreversibles al pulmón, controla la fiebre, la anorexia y la disnea y favorece la recuperación de las funciones vitales como la capacidad de movimiento, comer y beber.

Controlar la reacción inflamatoria, por un lado, ayudará a que las mermas sean menores, pues al sentirse bien comerán y beberán, evitando con esto una deshidratación que aporta negativamente al caso; por otro lado, y habiendo ya mencionado los efectos de la inflamación, aportamos a detener estos, generando condiciones que aportan positivamente al éxito del tratamiento.

Antiinflamatorios no esteroidales (AINES) como el meloxicam, ketoprofeno o meglumina de flunixin son de gran utilidad y han demostrado gran ayuda en la disminución de la fiebre, inflamación, dolor y el malestar general. Los AINES tienen un amplio margen de seguridad y una potente acción antiinflamatoria; estos actúan en 4 pasos sobre la reacción inflamatoria; los dos primeros inhiben la fase vascular de la inflamación: inhiben la ciclooxigenasa y bloquean los receptores de las prostaglandinas. Los dos siguientes inhiben el paso a la fase celular de la inflamación inhibiendo la 5-lipooxigenasa y la migración de los leucocitos polimorfonucleares. Los AINEs inhibidores selectivos de ciclooxigenasas 2 (COX2) no actúan sobre las ciclooxigenasas 1 (COX 1), denominadas constitutivas y que están presentes en todas las células, principalmente en estómago, pulmones y riñones. Esta característica beneficia al animal al reducir el riesgo de efectos secundarios negativos (irritación gastrointestinal, toxicidad renal e inhibición de la coagulación).

En los casos más severos de neumonía, cuando se presentan reacciones inflamatorias muy agudas, broncoespasmos, y edema, se recomienda la aplicación de una dosis inicial de un antiinflamatorio esteroideo, broncodilatadores y diuréticos.

 

CONCLUSIONES

El complejo respiratorio bovino es una enfermedad multifactorial, de alta incidencia en el ganado de engorda y animales jóvenes en lechería; que causa grandes pérdidas por su alta morbilidad, lo que genera mermas por retraso en el desarrollo de los animales y costos adicionales por los tratamientos requeridos, así como pérdidas por la alta mortalidad que puede presentar si no se atiende a tiempo y correctamente. La observación sistemática de los animales y la vigilancia de las medidas de prevención son el factor más importante en el control de la neumonía. El tratamiento de los animales enfermos debe ser administrado en cuanto aparecen los primeros signos y de acuerdo con el grado de la enfermedad. El objetivo es evitar que la enfermedad evolucione hasta causar daños irreversibles en el organismo que inutilicen la función productiva de los animales o les causen la muerte.

 

Sanfer Salud Animal cuenta con un portafolios de antibióticos y antiinflamatorios que gracias a su alta calidad y eficacia, ayudan a resolver los casos de manera exitosa, evitando las pérdidas ocasionadas por el complejo respiratorio bovino, para que podamos respirar tranquilos.

 

Fuentes:

  • Fulton, R. W., et al. (2009). Bovine respiratory disease complex: A review. Journal of Veterinary Internal Medicine, 23(3), 533-544.
  • Griffin, D., et al. (2010). Bovine respiratory disease complex: A review of the literature. Veterinary Clinics of North America: Food Animal Practice, 26(2), 257-274.
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  • Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). (2020). Informe sobre la situación sanitaria de la ganadería en México.
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